Inserción laboral de mayores de 45 años: una oportunidad real para las empresas y la sociedad
La inserción laboral es uno de los grandes desafíos de nuestro mercado de trabajo y, dentro de este reto, las personas mayores de 45 años ocupan un lugar especialmente sensible. Según datos del SEPE, en España este grupo representa cerca del 60% del paro registrado y concentra casi tres cuartas partes del desempleo de larga duración. Es decir, la mayoría de quienes llevan más de un año buscando empleo sin éxito tienen más de 45 años.
Las causas son múltiples. Persiste el edadismo laboral, un prejuicio que asocia la edad con menor productividad o resistencia al cambio. También se mantiene la percepción de una brecha digital, como si los perfiles sénior no pudieran adaptarse a las nuevas tecnologías, cuando en realidad muchos cuentan con competencias sólidas y gran capacidad de aprendizaje. A esto se suma la idea de que un trabajador con más experiencia implicará un mayor coste, ignorando que existen bonificaciones específicas para la contratación de mayores de 45 que reducen esa barrera.
Lejos de ser un problema, el talento sénior es una oportunidad para las empresas. Estos profesionales aportan experiencia acumulada, visión estratégica y capacidad de compromiso. Suelen mostrar menor rotación, lo que disminuye costes de selección y formación, y desempeñan un papel clave como mentores de equipos más jóvenes, fortaleciendo la cohesión y la productividad. Estudios europeos han demostrado que los equipos intergeneracionales son más innovadores, resilientes y capaces de resolver problemas complejos.
Además, existen incentivos económicos a la contratación: un contrato indefinido a un parado de larga duración mayor de 45 puede generar hasta 128 euros al mes de bonificación durante tres años. Paralelamente, tanto el SEPE como los servicios autonómicos ofrecen programas de orientación, recualificación y apoyo a la empleabilidad sénior, reforzados con la Estrategia Española de Apoyo Activo al Empleo 2025–2028.
El papel de las entidades sociales es igualmente fundamental. Fundaciones y asociaciones especializadas trabajan para acompañar a las personas mayores de 45 en su reinserción laboral, ofreciendo formación adaptada, redes de contactos y programas de mentoría. También cumplen una función crucial en la sensibilización de empresas y sociedad para combatir el edadismo laboral y visibilizar los beneficios de la diversidad generacional.
Hablar de inserción laboral en mayores de 45 años no es hablar de un problema, sino de una oportunidad. Incorporar este talento significa contar con profesionales con experiencia, compromiso y capacidad de aportar valor inmediato. La sociedad y la economía española no pueden permitirse desperdiciar la empleabilidad sénior. Apostar por ellos no es solo una cuestión de justicia social, sino una estrategia inteligente para la competitividad y la cohesión social.